El Papa Francisco defiende
las teorías del Big Bang y de la evolución
El Papa Francisco, que ha estado al frente
de la iglesia católica desde marzo del 2013, se ha destacado como una figura
renovadora y muy influyente en el seno de la iglesia, y sobre todo, por
mantener un estilo y una presencia pública muy diferente de la de su
predecesor, Benedicto XVI.
Si bien ha afirmado, como corresponde, las
posiciones doctrinarias históricas de la iglesia católica, como la oposición al
aborto, a los métodos anticonceptivos y a la homosexualidad, se podría notar
una cierta modernización y renovación del discurso de la iglesia en la
preocupación de Francisco respecto a los más pobres y marginados, así como su
apuesta a la negociación y al diálogo con personas de diferentes orígenes y
credos.
Ciencia y religión compatibles
Ahora, el
Papa Francisco realizó impactantes declaraciones respecto a uno de los asuntos
que más controversia genera dentro de la doctrina religiosa: el creacionismo.
Hablando
en la Academia Pontifica de las Ciencias, el Papa deslizó estos
comentarios que algunos expertos aseguran significarán el fin de otras “pseudo
teorías” como el creacionismo y el diseño inteligente, que fueron
impulsadas por Benedicto XVI.
Francisco explicó que ambas teorías científicas, el
Big Bang y la evolución, no son incompatibles con la existencia de un creador:
“Cuando leemos sobre la creación en el Génesis,
corremos el riesgo de imaginarnos a Dios como un mago, con una varita mágica
que le permite hacer todo. Pero no es así”, dijo Francisco, y agregó que “Dios
creó al humano y le permitió desarrollarse de acuerdo a las propias leyes
internas de las que los dotó, de manera que cada uno pueda realizarse
personalmente”.
Dijo además que la Teoría del Big Bang, a la que
hoy se considera como la explicación del origen del mundo, no niega la
intervención de un creador sino que, al contrario, la requiere. De la misma
manera, consideró que “la evolución en la naturaleza no es incompatible con la
noción de creación, ya que la evolución requiere de la creación de seres capaces
de evolucionar”.
Debate abierto
Estas
declaraciones de Francisco son sin duda un cambio bienvenido dentro de la
iglesia, que desde siempre su posición en torno a la ciencia y los postulados
científicos habían estado más cerca de la de la época de Galileo que de
cualquier rasgo de modernidad.
Si bien
el rigor científico de las afirmaciones de Francisco parece al menos dudoso, es
un intento importante de parte de la cabeza visible de la iglesia de hacer
convivir dos nociones sobre el mundo y el universo que parecen incompatibles (y
en gran parte lo son, teniendo en cuenta las peripecias retóricas de Francisco
en estas declaraciones).
Las
repercusiones ante los dichos de Francisco no se hicieron esperar,
evidentemente. La
principal reacción entre los católicos y los más fervientes defensores del
creacionismo fue considerar que el Papa está negando la divinidad de Dios y
“vendiendo” la doctrina cristiana, con el objetivo de parecer más moderno y
secular y así atraer más adherentes.
El debate
seguirá abierto, pero la batalla entre ciencia y religión parece ya definida
con estas importantes señales de modernización de la iglesia, y es de esperar
que poco a poco se vaya abandonando la versión del "Dios con varita
mágica" que creó el mundo en seis días.
Antecentedes
El Papa
ha explicado que las teorías científicas no son incompatibles con la existencia
de un creador sino que, al contrario, “la requiere”
Pero los
comentarios del Papa Francisco estaban más de acuerdo con la obra progresista
del Papa Pío XII, que abrió la puerta a la idea de la evolución y dio la
bienvenida a la teoría del Big Bang. En 1996, Juan Pablo II fue más lejos y
sugirió que la evolución era “más que una hipótesis” y “un hecho probado con
eficacia”.
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